Los niños que comienzan con obesidad entre los seis meses y siete años de vida, 40% se estima que seguirán siendo obesos en la edad adulta, mientras para los que comenzaron entre los diez y trece años las probabilidades son 70%, porque las células que almacenan grasa (adipositos) se multiplican en esta etapa de la vida por lo cual aumenta la posibilidad del niño de ser obeso cuando adulto, y con esto la insistencia en la prevención del especialista a que acudan por lo menos 1 vez al año a la valoración general.